Para liberarnos, multiplicar instituciones dedicadas al estudio de América Latina y el Caribe y de nuestras particularidades. Estados Unidos alberga cerca de medio millar de institutos y centenares de tanques de pensamiento que nos escrutan: en nuestra región no pasan de la docena los entes de relieve dedicados a tal fin. Mientras no reflexionemos sistemáticamente sobre nosotros mismos, otros lo harán, en nuestro perjuicio.