A medida que avanzan los años y se ha perdido la inocencia que pudo quedar, con el destape de la secuencia ininterrumpida de casos de corrupción, cohecho, nepotismo, se aprecia desde la ciudadanía que los dos bloques se necesitan: los huérfanos de Pinochet necesitan el cuco marxista y los concertados que ahora se autodenominan Nueva Mayoría, necesitan a un Pinochet latente que les permita unir filas en contra de un enemigo histórico.