En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el realizador del este documental dijo que la privatización del  agua atenta contra la vida. “Violenta la manera de convivencia social y con la naturaleza. La gente entendió esto y salió a la calle y la privatización se consiguió pero con mucha represión y asesinatos. Sin embargo, aquello no impidió que el pueblo cochabambino se organizara y convirtiera el recurso como bien común cambiando la Ley”.