Su infinita frivolidad es la madre del cordero
No fue un exabrupto. Las crueles palabras de la “honorable” María Luisa Cordero sobre la senadora Fabiola Campillai (“no es ciega, tiene un ojo bueno”), son sólo un ejemplo más de su modus operandi.
No fue un exabrupto. Las crueles palabras de la “honorable” María Luisa Cordero sobre la senadora Fabiola Campillai (“no es ciega, tiene un ojo bueno”), son sólo un ejemplo más de su modus operandi.