«La memoria de nuestras historias de dolor cobra toda su fuerza y sentido cuando nos permite empatizar y ponernos en la piel de las y los perseguidos, cuando defendemos y luchamos por la justicia y dignidad propia y la del otro, cuando somos a la vez judíos y palestinos una sola humanidad. No permitamos que una nueva página de duelo se sume a los anales de la historia en la apatía.»