Georges Bernanos, gran escritor cristiano, decía que malditos  aquellos que se dicen cristianos, pero que han convertido el mensaje del Nazareno en escándalos y reprobable defensa de tiranos y ricachones. Se me ocurre que el acto de justicia que el Papa debiera poner en práctica es pedir la renuncia de todos los obispos de la Conferencia Episcopal por el solo hecho de callar a los cómplices, entre ellos Juan Barros, junto a los otros tres obispos formados por Karadima.