Las concepciones jurídicas como las de Mera y los abogados que firman la carta en cuestión no son inocuas y generan efectos perjudiciales sobre la población. Nuestro país tiene una larga deuda en materia de DDHH y de protección del medio ambiente. Por ello, dar mayor cabida y poder a actores como Mera, por medio de una eventual llegada a la Corte Suprema es una pésima señal política, jurídica y socioambiental.