En los países centrales la élite cada vez tiene menos argumentos para jactarse de su estrecho modelo socialdemócrata que alguna vez pretendió ser un sistema que estuviera por encima de la lucha de clases. Esa cuestión no es menor porque al desmantelar aquel reformismo imponen el neoliberalismo, régimen que es bastante más injusto: las medidas neoliberales involucran la disolución de las conquistas y derechos de los trabajadores. Además, implica que el sector financiero se hace responsable de lo político creyéndose objetivo y más allá de todo interés particular.