Estados Unidos ya no es la potencia invencible y todo poderosa que nos vendió, el imperio irreversible y eterno y para el cual no existía alternativa válida, no se podía construir un mundo mejor. Los imperios no caen de lanoche a la mañana, es cierto y no caen sin provocar una sucesión de desastres. Persia, Roma y el III Reich son ejemplos de ello. Ahora se oye un silbido, un estruendo lejano: es el inicio de la caída del Imperio del norte. No se irá sin haber derramado torrentes de sangre…pero caerá.