En alguna horas, el operador político de Washington en Venezuela, la Asamblea Nacional de mayoría opositora, sentará las bases para intentar repetir en el país suramericano el modelo usado por la OTAN para la destrucción total del que fuera el país más próspero de África: Libia.
Dentro de los puntos de agenda que debatirá dicho operador, existen dos que resultan muy graves. El primero de ellos buscaría despojar a Venezuela de sus activos en todo el mundo, mientras que el segundo abriría las puertas a los bombardeos masivos y uso de mercenarios militares, que es como se conoce a la ‘ayuda humanitaria’ que aplica el Pentágono en los países petroleros y ricos en recursos minerales.