No nos sorprenden las declaraciones del señor presidente de la Corte Suprema. Desde hace ya varios años viene el llamado Poder Judicial mostrando su inequívoca tendencia a proteger, más que los derechos de las víctimas, el bienestar de los victimarios. Esta conducta no se presenta solamente en ese plano sino en todos los aspectos de la vida procesal, espacio donde se ha vuelto ilusoria la protección del débil frente al poderoso.