Belén, la ciudad de la natividad, la cuna del niño Jesús, vive otra Navidad, bajo ocupación militar israelí, ahogada por los gigantescos muros, rodeada por colonias ilegales, sitiada por miles de militares israelíes y decenas de Checkpoints, donde ninguna persona puede ingresar o salir de Belén, sin la previa autorización, control y sobre todo capricho de los militares.