Estamos en una persecución. América Latina vuelve a ser esa América Latina de los presos políticos, ya no necesitan botas militares, son suficientes sus medios de comunicación y una justicia sometida”, clamaba tras recordar las acusaciones que pesan sobre él y los casos del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.