La enorme aprobación popular de lo ocurrido en el primer año del sexenio de López Obrador en México y la inminente victoria del Frente de Todos en Argentina, indican el surgimiento de un nuevo bloque progresista en América Latina y el Caribe. Un bloque no alineado con la estrategia de hegemonía estadounidense y proclive al fortalecimiento del multilateralismo, a la defensa de la paz y la integración regional de signo cooperativo.