A fuerza de tratados, la Unión Europea se ha convertido en una estructura ‎supranacional. ¿Cómo pueden entonces los países miembros designar a los altos ‎funcionarios de quienes van a recibir órdenes? Simplemente… no los eligen sino que ‎se someten a lo que decide la OTAN, decisiones que discuten Alemania y Francia. ‎
¿Es ese el modelo de democracia que la ‘vieja y culta’ Europa ofrece al mundo?