Este año nuevo lunar del gallo, en la provincia Heilongjiang de China, el regalo ha sido tan importante que ha puesto a temblar a toda China y a todo el mundo transnacional: se han prohibido los cultivos transgénicos.
La inmensa mayoría de los medios desinformativos globales y regionales han guardado silencio sobre la medida que adoptó quizá la más importante provincia dentro de la estrategia de las transnacionales, pues es la joya de la corona china en producción de granos que abastecen el enorme mercado chino.