Los campos donde creció el amaranto habían sido sembrados con granos «Roundup Ready», que contienen una semilla que ha recibido un gen capaz de resistir al potente herbicida. Sin embargo, en el 2004 se comprobó que algunos brotes de amaranto habían sido capaces de resistir a ese poderoso producto, cuyo principio activo principal es el peligroso glifosato.