Se trata de arcones que fabricó el pueblo saharaui en 1992 tras la firma del alto el fuego. La promesa de la ONU del regreso inminente al Sáhara Occidental y la celebración del referéndum de autodeterminación que devolvería esta tierra a sus legítimos habitantes hizo que fabricaran estos baúles con los techos de zinc de sus casas y guardaran en ello sus jaimas y sus pertenencias más preciadas con las que querían dejar atrás estos campamentos de refugiad@s y recuperar sus vidas en el Sáhara Occidental.