La eterna traición concertacionistas en derechos humanos
Chile es un país dividido. El que se construyó hasta septiembre de 1973 y el otro que se impuso a partir desde esa fecha, y el que transita desigual hasta los tiempos actuales. La vida de millones de chilenos está cercada por la herencia de un modelo que desde 1990 con la Concertación y la Nueva Mayoría, han administrado favoreciendo intencionadamente a la acumulación de la riqueza concentrada en el más pequeño sector de la sociedad.
La deuda soberana: un cuento de navidad
Entre los cuentos para subnormales que la derecha ha intentado vender está el del supuesto crecimiento de la deuda pública chilena. Luis Casado explica un par de cosas, para restablecer un poco de verdad…
De 1990 en adelante los gobiernos no han hecho sino administrar el capitalismo puro y duro que hoy llaman neoliberalismo. Más papistas que el Papa, inventaron eso del superávit estructural, o sea gastar menos de lo que se tiene, conformemente a lo que dispuso el Consenso de Washington, y a las órdenes del FMI. Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet cuidaron con un celo respetuoso y servil los criterios que debían garantizarle a Chile un buen puesto en el ranking Doing Business del Banco Mundial.