Que vergüenza, que pena
Resulta que ahora una parte de esa "clase política" se puso en contra del gobierno y vuelve a hablar a nombre nuestro, reclama más dignidad, respeto, cosa de la que debiéramos alegrarnos. Pero ¿quiénes son los que reclaman por nosotros?. ¡La derecha!. Los mismos que financiaron el golpe militar (¡hace 37 años!), los que por las armas terminaron con un Código del Trabajo que nos dignificaba mucho mas que el actual.
Combustibles
Los nuevos combustibles no son necesariamente amigos del medio ambiente pues aunque no polucionan en la misma medida que el petróleo, para obtenerlos se destruyen con gran prisa millones y millones de hectáreas de las selvas húmedas del planeta. Destinando caña, maíz y otros productos a la producción de combustible se limita drásticamente su uso original como alimento. En esta nueva relación colonial perversa el mundo pobre deja de consumir alimentos para que el mundo desarrollado mantenga su cultura dilapidadora. O sea, ante los riesgos del petróleo se opta por el llamado biocombustible aunque con ello se extienda más aún el hambre ya existente.
La ira de nuestros (pobres) jóvenes pobres
Señalar que los muchachos no habían nacido al momento de los crímenes de la dictadura y que por ello nada pueden decir es tan absurdo como lo sería que estos se negaran a rendir los honores patrios a O’Higgins y Carrera porque no vivieron en su época. La edad de un adolescente no lo descalifica en su percepción de la sociedad que le toca vivir. A los 14, 15 o 16 años se puede sufrir, sentir hambre, vivir la exclusión de una educación de tercera categoría y percibir que la vida sólo le depara sufrimientos. Participé en las primeras acciones de propaganda contra la dictadura cuando tenía 15 años. Si junto a otros miles, que un día fuimos millones, no lo hubiéramos hecho, ninguno de los inquilinos de La Moneda lo sería.
Narciso Lagos y Goldmunda Bachelet
En estos días, de derrumbe de la Jerusalem concertacionista, vienen a mi memoria los personajes Goldmundo y Narciso, de la famosa novela de Hermann Hesse Goldmundo y Narciso, que representan dos aspectos del alma humana: Narciso, asceta e idealista y Goldmundo, artista y dionisiaca Por cierto que Ricardo Lagos y Michelle Bachelet no corresponden, del todo, a estas arquetipos novelescos, pero Lagos tiene mucho del personaje de la mitología griega, que se enamoró de sí mismo al ver reflejado su rostro en un lago. Michelle tiene algo de artista cuando interpreta, a la perfección, las canciones de los Beatles o cuando habla emocionada a los ciudadanos ante cada crisis que se presenta en su vapuleado primer año de gobierno.
Perú: Retornan los bárbaros
Vuelven con esperanza: si en el Perú un fiscal supremo excluye a García, Giampietri y a Mantilla del juicio por la matanza en El Frontón y sostiene que lo ocurrido allí fue producto de decisiones individuales de los marinos que operaron y de la quiebra de la cadena de mando por un oficial ya fallecido, pues no será imposible que en Chile se acepte la misma historia en boca de Fujimori para desembarazarse de sus responsabilidades en similares crímenes en Lurigancho, La Cantuta o Barrios Altos.
Hambre y mala memoria
Por una extraña paradoja histórica, donde antes estuvieron los alimentos, están ahora los hambrientos.
Los médicos afirman que el hambre afecta la memoria, aunque seguramente no tanto como la opulencia.
De haber estado sola en el mundo, Europa jamás se habría aficionado a la buena mesa, a la gastronomía gourmet ni a los manjares ricamente condimentados.
¿Mano dura Pinochet o justicia?
Sería bueno que al menos los viejos políticos de la Concertación –los que ya son muchos- recordaran que gracias a este tipo de protestas están hoy día gobernando el país y que eran ellos mismos quienes se juntaban para convocarlas y alentarlas. Claro está que no obedece a la lógica del mercado ni a la razón de Estado, ni menos aún, a las razones que explican la evidente y desenfadada lógica que hay detrás de la complicidad impúdica entre la clase política toda entera y la clase empresarial o la “elite” como otros la llaman.
Paraguay: Lugo y la construcción del país
Después de los acontecimientos políticos de esta semana, estoy más convencido que nunca del deseo de cambio del Pueblo. Esto significa varias cosas.
Primero, el liderazgo de Lugo, que es evidente. Dejado a sus propias fuerzas, sin la ayuda de toda la maquinaria oficial de los Partidos, sale confirmado de la marcha como la persona que puede aglutinar todo este trabajo. Sin embargo, además de poder es necesario saber y querer.
Saber, con un discurso nuevo, que no sea el tradicional. Y sus palabras de ayer fueron de tinte tradicional. Y querer científicamente, si se puede hablar así en política.
2 de Abril (Malvinas Argentinas)
¿Esperanza? se preguntó el “soldadito” norteño cagado de frío, de miedo, con el uniforme apretado, con los cigarrillos húmedos, con la foto de la vieja en el bolsillo. Sí le decimos nosotros; sí le gritamos los ciudadanos del ciberespacio, de las putas con perfumes de varón. ¡Esperanza! “Las Malvinas son argentinas, carajo!” ; gritó en el balcón de la Rosada el General Leopoldo Fortunato Galtieri ante una multitud (pueblo- masa- presagio) “Argentinas” murmuramos en silencio la noche de los apagones. “Argentinas” repetimos en la avenida Figueroa Alcorta esperando la bendición del Papamóvil. “Argentinas” volvió a gritar el “soldadito” del norte -mi hijo, tu hijo, nuestro hijo- cuando una granada le voló una pierna y junto a esa pierna estaba su vida, su virilidad, el tatuaje de su club de barrio.
Bolivia: Una tragedia como desafío
El desborde de los ríos ha provocado desastres en varios países de América, en Europa y otros continentes. El calentamiento global causa dramáticos cambios climáticos en todo el mundo. En Bolivia, las llanuras, sufren inundaciones de la mayor magnitud en los últimos cuarenta años. Los efectos de la corriente de El Niño, agravados por ese calentamiento, han arrasado zonas extensas, con pérdidas aún no calculadas en propiedades, ganado y sembradíos y dejado sin techo a miles de familias.