La Iglesia Católica y los abusos sexuales
¿Un completo reconocimiento, aunque tardío? Tardío, sí; completo, no. En verdad, la Iglesia todavía se halla en estado de negación. Aclaremos: La negación es una actitud sicológica que consiste en no aceptar un hecho perturbador, o bien en minimizarlo o no asumir responsabilidad por él. Es una conducta en que incurren frecuentemente individuos, grupos y hasta naciones.
El terremoto y la incompetencia militar
Chile se ha visto afectado de manera brutal por un hecho de la naturaleza, uno de cuyos resultados más profundos en materia de gobierno es que el país quedó sin mando estratégico por más de 48 horas. Tal situación es el resultado no del terremoto sino de la imprevisión y la incompetencia de quienes están obligados por sus funciones a brindar tal servicio. Y de eso en parte importante son responsables de manera conjunta las tres ramas de las Fuerzas Armadas.
Con el nombramiento de Oscar Izurieta, el gobierno acaba de entregar a un militar el control de los instrumentos civiles para ordenar las funciones profesionales de estos y hacer control de planificación y eficiencia. Es decir, estamos peor que antes, con unas Fuerzas Armadas definitivamente corporativas y sin mayor control.
Reconstruir desde la pobreza
Hemos recorrido la pobreza de la Región de Bío-Bío en una estrecha franja costera y ella se percibe en Curanilahue, Los Alamos, Carampangue, La Araucana, Laraquete, en la ruta de Concepción hacia Los Alamos y Lebu, pero es también la realidad de hileras de pueblos que se sitúan en lo que fue la vía férrea, con viviendas precarias donde pululan mujeres jefes de hogar y niños que crecen sin esperanza, sin salud, ni educación. Pobreza en medio de las ganancias que extrae la riqueza forestal Bosques Arauco, dedicada a la compra de terrenos y plantación de pinos.
Carta a un lector
Y supe claramente por qué. Por eso, precisamente, porque eran tierras demasiado tranquilas para alguien que había nacido y se había criado entre la lucha dialéctica de tirios y troyanos, visitando las cárceles de la dictadura en Uruguay, pasando mensajes de esperanza a los presos que apenas se sostenían con la verdad o con las ilusiones de sus ideologías, con la fortaleza incontestable de sus convicciones morales. Mensajes clandestinos que para aquel niño, que algún familiar había elegido por su memoria, eran poemas. Poemas que, sabía, no eran inocentes, simple juegos de palabras. Aquel niño sabía que las palabras del poema eran cruciales para la esperanza, para la resistencia existencial, para la vida de muchos de aquellos condenados por la soberbia militar de la época.
Demonizar a Cuba
Usan todas las armas para disuadir a los solidarios; también el chantaje político, y si es preciso el fusilamiento mediático. La guerra es a muerte. Los diplomáticos de Estados Unidos y de algunos países europeos servidores de su política ya no se esconden en Cuba, caminan sin pudor junto a los disidentes que construyen y pagan. Usurpan los símbolos de la Revolución, de la izquierda y los rellenan de contenido contrarrevolucionario: plagian a las Madres de Mayo –a las que siempre despreciaron y combatieron–, para construir a las Damas de Blanco. Son ingredientes para un buen cóctel: mujeres dolientes y mujeres acompañantes, ropa blanca (además de símbolo de paz, en Cuba ese color adquiere otros significados religiosos, para nada católicos), gladiolos, y no obstante, misas católicas.
El asesinato del alma, el más terrible
No pasa un día sin que lleguen a la opinión pública noticias de abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra niños y niñas. Pero ¿qué graves consecuencias se esconden en realidad detrás de esos acontecimientos para los afectados?
Y muchas de las personas afectadas nunca comprenderán cómo es posible que el buen Dios haya permitido que algo así le sucediera. Entonces creen que él les castiga, o que los odia, teniendo dificultades para volver a establecer una relación interna con el buen Dios, porque desde su más temprana infancia arrastran lo que él supuestamente les hizo.
Eso es lo que significa la expresión «asesinato de almas».
Fidel Castro se oye solo entre los socialistas previniendo del futuro
Fidel dice que se necesitarán medidas “drásticas”, “sacrificios”, para dar seguridad a la vida humana. Una es poner fin a las sociedades de consumo. ¿Cuál es el discurso de los socialistas al respecto? Estos “sacrificios” representan una prueba política muy difícil porque exigen ir contra “los reflejos condicionados sembrados en la opinión mundial a través del monopolio de los medios de comunicación masiva, incluidas las redes principales de Internet”, de que habla Fidel.
El silencio socialista sobre este horizonte dramático de base científica se puede entender como falta de voluntad para presentarse a la masa proponiendo una solución a través de un decrecimiento solidario, sostenible, inevitable; pero impopular.
Sismo y excepción de los derechos
Recientemente, se ha tomado conocimiento de la muerte, presuntamente a manos de miembros de la Armada, de David Riquelme, un ciudadano que cometió el fatal error de salir en busca de cigarrillos en medio del toque de queda, en Hualpén.
No debe olvidarse que, de acuerdo a lo sentenciado por la Corte Interamericana, y en una democracia como la que deseamos tener, un caso como éste no tiene por qué ser conocido por un tribunal militar: el delito que se cometió fue un delito común en contra de un civil. La única explicación es el carácter uniformado de los responsables. Ello viola tratados internacionales.
La hora y el turno de los asiáticos
La economía del puro crecimiento para el consumo, motor de la economía capitalista y del PAC del gobierno Lula, en el fondo dice: «que se vaya a freír espárragos la naturaleza y que se dañen las generaciones futuras, nosotros queremos seguir creciendo y aumentar el PIB, pues esto es lo que nos hace potencia». Pero todos gritarán: «Basta de geocidas. Queremos una economía verde que nos haga vivir y que sea adecuada a la nueva situación de la Tierra». Sin este cambio difícilmente escaparemos a la venganza de Gaia.
Cuando el poder judicial era un regimiento
Si Chile por esos tiempos [los de la dictadura militar] era un país aterrado, todos conocían el origen del terror, y los tribunales también.
No es creíble ni menos aceptable decir que en los tribunales los días, meses y años posteriores al golpe militar eran calmados y de normalidad funcionaria. Eso no es verdad, y si no es verdad entonces, se debe volver a la afirmación cierta que el golpe militar tuvo sus mejores colaboradores entre los jueces, muchos de los cuales han pasado de puntilla haciéndose los invisibles.