Piñera escucha hablar de «cambio de modelo» y pierde los estribos. ¿Por qué Sebastián?
Piñera definitivamente está mal de la cabeza. Vean su reacción cuando le preguntan por un cambio de modelo, se descontrola! ¿Podemos confiar en tipos como este?
La Revuelta Popular Constituyente frente al intento de los poderes constituidos por contenerla y controlarla
12 de diciembre de 2019 Ya pasados 55 días desde el inicio de el estallido social y revuelta popular que ha conmovido a Chile y traspasado fronteras, acorde al…
Las mil caras de la expresión popular
Por Equipo PL – Diciembre 12, 2019 457 Compartir Facebook Twitter Valparaíso, 12 de diciembre de 2019. Fotografías Mario Aguirre Montaldo REALIZAN un sentido homenaje a Teodosio Cifuentes Rebolledo…
Después del ascenso de la extrema derecha, ¿qué vendrá?
¿Estamos sin salida, rumbo a un destino sin retorno? Al límite, cuando nos demos cuenta de que podemos desaparecer tendremos que cambiar. Quién sabe, la salida posible será pasar del capital material al capital humano-espiritual. El primero tiene límites y se agota. El último es infinito e inagotable. No hay límites para aquello cuyos contenidos son: la solidaridad, la cooperación, el amor, la compasión, el cuidado, el espíritu humanitario, valores en sí infinitos, pues su realización puede crecer sin cesar. Lo espiritual ha sido escasamente vivenciado por nosotros, pero el miedo a desaparecer y dada la acumulación inmensa de energías positivas, puede irrumpir como la gran alternativa que nos podrá salvar.
La paz de los ilusos
La calcopirita de cobre es un mineral frecuente de encontrar, y que tiene una sutil y dorada belleza: semeja el oro. De ahí viene su apodo: el oro de los ilusos o de los tontos, por cuanto han sido miles, los que dejándose llevar por su dorada apariencia lo han confundido con tan preciado metal y se han abocado a las fantasías más delirantes de riqueza.
Algo similar, sucede en el Chile de hoy. Hay quienes pregonan por una falsa paz, una paz de ilusos, y que los encandila como si fuera la promesa de un paraíso perdido.
La paz por la que pregonan está vacía de vacía de contenido y sólo apela a la fuerza de la represión y de las armas. Una paz que tiene indicadores o supuestos engañosos, apelando al orden y la tranquilidad, confundiendo el silenciar el clamor de las calles por justicia social y dignidad, con una verdadera solución y la construcción de un nuevo pacto social en el que se respete al ser humano por lo que es y no por lo que tiene.
Piensen Ustedes
Un graffiti en Santiago: «Cuidan + al Mall ke a los niños del Sename».
De qué nos sirvieron las horas de Historia. De qué nos sirvió el informe Valech. De qué nos sirvió el Museo de la memoria. De qué nos sirvió el Juez Garzón.
De qué nos sirvieron Machuca, los documentales, los testimonios, las conmemoraciones para los 40 años del Golpe. De qué nos sirvió decir “para que nunca más en Chile”. De qué nos sirvió la lucha, la muerte, las desapariciones de todos esos hombres y mujeres del pasado, si bastó que un grupo de estudiantes saltara un torniquete en protesta por años de abuso, para retroceder 46 años y repetirlo todo. Como si no hubiera sido suficiente.
«La sociedad sin miedo es la posibilidad concreta, inmediata, de la sociedad democrática»
La sociedad sin miedo es la posibilidad concreta, inmediata, de la sociedad democrática. El miedo ha sido el instrumento fundamental con el que una casta política hereditaria. ha podido gobernar sobre una mayoría de la población, a la que excluído de las decisiones fundamentales y de la producción y el reparto de la riqueza.