03 de julio de 2013
«No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad
que la forma en la que trata a sus niños.»
Nelson Mandela.
Comienzo a escribir con sensación de tristeza mezclada con impotencia. La educación pública continúa desmoronándose. Estudiantes del Liceo Darío Salas queman los muebles y destrozan la oficina del Director. Me cuentan jóvenes dirigentes – en quienes confío plenamente – que en las marchas, un pequeño grupo de estudiantes encapuchados, que SI eran estudiantes, provocaba deliberadamente a Carabineros para iniciar la violencia… hasta que lo lograron.
Aclaremos: la gran mayoría de los estudiantes no tiene estas actitudes, y marchan de manera pacífica y alegre. Tampoco se trata de que los Carabineros sean santas palomas, y han demostrado en ocasiones violencia injustificable. Hay incluso versiones de montajes deliberados. No lo sé.
Pero tomemos debida nota: es claro que para una cierta fracción de los estudiantes (y sus padres), especialmente en la jungla urbana de Santiago, las cosas ya fueron más allá de la mera reivindicación por educación pública, gratuita y de calidad. Ya no se trata sólo de peticiones para cambiar el modelo educativo o socioeconómico. Esto es violencia pura y simple, inducida por rabia acumulada.
Mucho me temo que no se va a detener, cualquiera sea el candidato que gane, sin importar las políticas públicas que proponga y (tal vez) le apruebe el Congreso, al menos en varios años. La olla ya comenzó a hervir y el vapor no vuelve a la olla por mero decreto legislativo. La polarización trae más polarización, adquiere su propia dinámica, y comenzamos todos a ver al otro con cara de maligno enemigo. El objetivo de las tomas ya son… las tomas.
Educación 2020 trabaja con muchas escuelas y liceos vulnerables. Nuestro equipo está casi todos los días dialogando con directivos, profesores, apoderados y estudiantes. Les pregunté, al grano: no entiendo bien, explíquenme la rabia. No vacilaron, su respuesta fue breve y aún más al grano: «el ninguneo».
Se sienten “ninguneados” desde que nacieron, por las condiciones de pobreza en que viven, por las condiciones de violencia en el barrio o en su propio hogar, o tal vez son algunos de los 219 mil niños que hacen trabajo infantil. Una verdad inconveniente: según el 4º Estudio de Maltrato Infantil UNICEF 2012, “el 71% de los niños y niñas recibe algún tipo de violencia de parte de su madre y/o padre; un 51.5 % sufre algún tipo de violencia física; el 25.9% de los niños y niñas sufre violencia física grave”. Estamos de veras creando un lindo país esquina con vista al mar.
En algunas ocasiones, los jóvenes liceanos también se sienten ninguneados por ciertos profesores, o directores burocráticos, que a su vez ya se encerraron ellos mismos en un círculo de desesperanza aprendida, perdiendo cualquier expectativa de educar a esos chicos que les resultan indomesticables. En ocasiones, son incitados por otros jóvenes aún más anarcos, que encuentran terreno fértil en el cual desarrollar la ira.
Mientras escribo, leo un reportaje: “Los niños-hombres de los jardines en las poblaciones”. Se relata entre otras la historia de un chico de tres años en un Jardín Infantil de La Legua Emergencia. Alvarito, en sus días malos, amenaza con matar a los compañeros, se envuelve el brazo en un polerón y simula una pelea cuerpo a cuerpo a cuchillazos. “Como en la Peni”, dice.
Claro, obvio. En “las Peni” hoy tenemos 45.000 personas en las cárceles, la misma cantidad que personitas en salas cuna. Otro reportaje de jardines infantiles muestra “tías” que deben enseñar a los chicos cómo esconderse bajo la mesa cuando se escuchan balaceras. ¿Alvarito será encapuchado cuando grande? Hagan sus apuestas.
Una de las principales formas en que se detona la violencia se da por la internalización de sucesivas experiencias de vergüenza, humillación y violencia familiar o barrial. Se acumulan sentimientos de hostilidad y rabia, que imprevistamente explotan. Eso es lo que está ocurriendo en Chile. Hemos creado guetos urbanos. A través de nuestras subsidiarias políticas de “apartheid educativo”, muy autóctonas e inéditas en el mundo, también hemos creado guetos socioeducativos desde jardín infantil hasta enseñanza media, aún más segregados que la segregación barrial.
La mayoría de los integrantes de la elite, los orgullosos “tigres latinoamericanos”, presumen de las magníficas y sostenidas tasas de crecimiento en el PIB per capita. Nuestro exitoso modelo, nos dicen. Pero… la línea divisoria entre el 50% más rico y el 50% más pobre, según CASEN 2011, corresponde a un ingreso monetario de $4 mil pesos diarios por persona, y las gráficas descienden suavemente, con esa perfección que dan los dibujitos del computador, hasta $2 mil pesos diarios en el 10% más pobre. Algunos estudiosos me dicen, “no te preocupes…. con los subsidios monetarios y el gasto en salud y educación pública la cifra mejora. La pobreza absoluta ha disminuido”. Sí, es verdad, ha disminuido.
Reviso los datos, y sí, efectivamente es mejor. Los $4 mil suben a $5 mil, y en el 10% más pobre sube de $2 a $4 mil pesos diarios… para vestirse, alimentarse, jubilarse, educarse, comprar medicamentos, estar en la lista de espera del hospital, taparse de la lluvia y sobrevivir en general. Réstele luca diaria para pagar el Transantiago y quedamos casi igual. Ya pues, hagamos el intento de sobrevivir así sin enrabiarnos.
Digamos las cosas como son: la elite de Chile ha “ninguneado” y despreciado al 50% más pobre por décadas, o tal vez por centurias. No me interesa si tiene más culpas la Alianza, la Concertación o la abuela de Tarzán.
Es sencillamente repelente que en Chile cada hombre, mujer y niño del 1% más rico de la población, computando ganancias de capital, tenga un ingreso per cápita de $700 mil pesos diarios (sí, dije diarios, no mensuales) y que traten a los niños descarriados del 50% más pobre como delincuentes y anarquistas que hay que meter a la cárcel. Ni siquiera entienden ni hacen la conexión entre el país que han creado y lo que está ocurriendo. Están estirando el elástico hasta que un día se va a romper.
¿Tienen algunos de estos chicos conductas delictivas y anárquicas? Por cierto. ¿Es reprobable? Por cierto. ¿Desapruebo la toma de recintos electorales? Por cierto. Pero… ¿hasta cuándo no se da cuenta nuestra elite de lo que está haciendo? ¿Hasta cuándo va a ir el cántaro al agua? ¿Hasta que se rompa de veras? Al terminar de escribir esta nota ya no siento tristeza, no siento impotencia, yo también siento rabia.
*Fuente: Educación 2020
Artículos Relacionados
Sr. Alejandro García Huidobro, ¿se puso nervioso?
por Carlos Perez (REDH - Uruguay)
19 años atrás 1 min lectura
«Unos pocos a luneta y el resto a la horqueta»
por Rafael Luís Gumucio Rivas (Chile)
17 años atrás 8 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
¡Carta de Jeffrey Sachs al Canciller Merz desnuda a Alemania como rara lo han hecho!
por Glenn Diesen (EE.UU.)
42 mins atrás
20 de diciembre de 2025
Pero cuando se abrieron los archivos, resultó que Stalin lo decía absolutamente en serio. Neutralizar a Alemania, desarmar a Alemania y así podría terminar la Guerra Fría. Quien lo bloqueó fue Adenauer, el canciller de Alemania. Dijo que era mejor estar divididos que ser neutrales. Así que Alemania jugó una carta falsa. De hecho, hizo que su embajador en Londres dijera a altos funcionarios británicos en una nota muy secreta, «No confío en el pueblo alemán. No quiero ser neutral. Tal vez en el futuro se alíen con Rusia, así que no confío en mi propio pueblo».
Bandazo hacia la derecha y el pasado en Chile
por Ariel Dorfman
1 día atrás
19 de diciembre de 2025 El general Augusto Pinochet, el hombre fuerte que impuso un régimen de terror en Chile de 1973 a 1990, debe estar sonriendo en su…
¡Frente al avance de la reacción, el único camino es la organización!
por Bloque de Organizaciones Populares (Chile)
3 días atrás
17 de diciembre de 2025
Que no nos engañen cuando hablan de libertad, porque esa es solo la libertad para los dueños del poder y del mercado para seguir explotando y oprimiendo. Hablan de orden y seguridad, pero nada cambiará mientras nuestras condiciones de vida sigan siendo las mismas y nuestros derechos continúen siendo negados.
De feministas, socialistas, populares, terroristas y cínicos, con el Sáhara Occidental okupado de fondo
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
2 semanas atrás
09 de diciembre de 2025 Artículo publicado originalmente el 13 de noviembre de 2025 en el periódico El Independiente. Lo republicamos con la autorización del autor. La Redacción de…
Coincido completamente con usted, el sentimiento que me sobrepasa en este momento es la rabia, antes de nacer ya venimos al mundo estigmatizados
Con pocas posibilidades de cambiar la triste realidad de nuestra social.