Marx llevaba bastante razón
por Vicenç Navarro (España)
9 años atrás 7 min lectura
Este artículo indica que sin los conceptos que Karl Marx introdujo es imposible entender la crisis actual.
Como consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tienen en los mayores medios de difusión y comunicación, incluso académicos, en España (incluyendo Catalunya), el grado de desconocimiento de las distintas teorías económicas derivadas de los escritos de Karl Marx en estos medios es abrumador. Por ejemplo, si alguien sugiere que para salir de la Gran Recesión se necesita estimular la demanda, inmediatamente le ponen a uno la etiqueta de ser un keynesiano, neo-keynesiano o “lo que fuera” keynesiano. En realidad, tal medida pertenece no tanto a Keynes, sino a las teorías de Kalecki, el gran pensador polaco, claramente enraizado en la tradición marxista, que, según el economista keynesiano más conocido hoy en el mundo, Paul Krugman, es el pensador que ha analizado y predicho mejor el capitalismo, y cuyos trabajos sirven mejor para entender no solo la Gran Depresión, sino también la Gran Recesión. En realidad, según Joan Robinson, profesora de Economía en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y discípula predilecta de Keynes, este conocía y, según Robinson, fue influenciado en gran medida por los trabajos de Kalecki.
Ahora bien, como Keynes es más tolerado que Marx en el mundo académico universitario, a muchos académicos les asusta estar o ser percibidos como marxistas y prefieren camuflarse bajo el término de keynesianos. El camuflaje es una forma de lucha por la supervivencia en ambientes tan profundamente derechistas, como ocurre en España, incluyendo Catalunya, donde cuarenta años de dictadura fascista y otros tantos de democracia supervisada por los poderes fácticos de siempre han dejado su marca. Al lector que se crea que exagero le invito a la siguiente reflexión. Suponga que yo, en una entrevista televisiva (que es más que improbable que ocurra en los medios altamente controlados que nos rodean), dijera que “la lucha de clases, con la victoria de la clase capitalista sobre la clase trabajadora, es esencial para entender la situación social y económica en España y en Catalunya”; es más que probable que el entrevistador y el oyente me mirasen con cara de incredulidad, pensando que lo que estaría diciendo sería tan anticuado que sería penoso que yo todavía estuviera diciendo tales sandeces. Ahora bien, en el lenguaje del establishment español (incluyendo el catalán) se suele confundir antiguo con anticuado, sin darse cuenta de que una idea o un principio pueden ser muy antiguos, pero no necesariamente anticuados. La ley de la gravedad es muy, pero que muy antigua, y sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá.
La lucha de clases existe
Pues bien, la existencia de clases es un principio muy antiguo en todas las tradiciones analíticas sociológicas. Repito, en todas. Y lo mismo en cuanto al conflicto de clases. Todos, repito, todos los mayores pensadores que han analizado la estructura social de nuestras sociedades –desde Weber a Marx- hablan de lucha de clases. La única diferencia entre Weber y Marx es que, mientras que en Weber el conflicto entre clases es coyuntural, en Marx, en cambio, es estructural, y es intrínseco a la existencia del capitalismo. En otras palabras, mientras Weber habla de dominio de una clase por la otra, Marx habla de explotación. Un agente (sea una clase, una raza, un género o una nación) explota a otro cuando vive mejor a costa de que el otro viva peor. Es todo un reto negar que haya enormes explotaciones en las sociedades en las que vivimos. Pero decir que hay lucha de clases no quiere decir que uno sea o deje de ser marxista. Todas las tradiciones sociológicas sostienen su existencia.
Las teorías de Kalecki
Kalecki es el que indicó que, como señaló Marx, la propia dinámica del conflicto Capital-Trabajo lleva a la situación que creó la Gran Depresión, pues la victoria del capital lleva a una reducción de las rentas del trabajo que crea graves problemas de demanda. No soy muy favorable a la cultura talmúdica de recurrir a citas de los grandes textos, pero me veo en la necesidad de hacerlo en esta ocasión. Marx escribió en El Capital lo siguiente: “Los trabajadores son importantes para los mercados como compradores de bienes y servicios. Ahora bien, la dinámica del capitalismo lleva a que los salarios –el precio de un trabajo- bajen cada vez más, motivo por el que se crea un problema de falta de demanda de aquellos bienes y servicios producidos por el sistema capitalista, con lo cual hay un problema, no solo en la producción, sino en la realización de los bienes y servicios. Y este es el problema fundamental en la dinámica capitalista que lleva a un empobrecimiento de la población, que obstaculiza a la vez la realización de la producción y su realización”. Más claro, el agua. Esto no es Keynes, es Karl Marx. De ahí la necesidad de trascender el capitalismo estableciendo una dinámica opuesta en la que la producción respondiera a una lógica distinta, en realidad, opuesta, encaminada a satisfacer las necesidades de la población, determinadas no por el mercado y por la acumulación del capital, sino por la voluntad política de los trabajadores.
De ahí se derivan varios principios. Uno de ellos, revertir las políticas derivadas del domino del capital (tema sobre el cual Keynes no habla nada), aumentando los salarios, en lugar de reducirlos, a fin de crear un aumento de la demanda (de lo cual Keynes sí que habla) a través del aumento de las rentas del trabajo, vía crecimiento de los salarios o del gasto público social, que incluye el Estado del bienestar y la protección social que Kalecki define como el salario social.
Mirando los datos se ve claramente que hoy las políticas neoliberales realizadas para el beneficio del capital han sido responsables de que desde los años ochenta las rentas del capital hayan aumentado a costa de disminuir las rentas del trabajo (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual” en Le Monde Diplomatique, julio 2013), lo cual ha creado un grave problema de demanda, que tardó en expresarse en forma de crisis debido al enorme endeudamiento de la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares (y de las pequeñas y medianas empresas). Tal endeudamiento creó la gran expansión del capital financiero (la banca), la cual invirtió en actividades especulativas, pues sus inversiones financieras en las áreas de la economía productiva (donde se producen los bienes y servicios de consumo) eran de baja rentabilidad precisamente como consecuencia de la escasa demanda. Las inversiones especulativas crearon las burbujas que, al estallar, crearon la crisis actual conocida como la Gran Depresión. Esta es la evidencia de lo que ha estado ocurriendo (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015).
De ahí que la salida de la Gran Crisis (en la que todavía estamos inmersos) pase por una reversión de tales políticas, empoderando a las rentas del trabajo a costa de las rentas del capital. Esta es la gran contribución de Kalecki, que muestra no solo lo que está pasando, sino por dónde deberían orientar las fuerzas progresistas sus propuestas de salida de esta crisis, y que requieren un gran cambio en las relaciones de fuerza Capital-Trabajo en cada país. El hecho de que no se hable mucho de ello responde a que las fuerzas conservadoras dominan el mundo del pensamiento económico y no permiten la exposición de visiones alternativas. Y así estamos, yendo de mal en peor. Las cifras económicas últimas son las peores que hemos visto últimamente.
*Fuente: Vicenç Navarro
Artículos Relacionados
Lo que los medios de información no dicen sobre las elecciones en EEUU
por Vicenç Navarro (España)
9 años atrás 17 min lectura
En la batalla diplomática por el Sáhara Occidental en Europa: Marruecos utiliza coimas y drogas
por Néstor Prieto (España)
4 años atrás 12 min lectura
50 países entre ellos Chile, pactan en secreto el TiSA un tratado aún más antidemocrático y neoliberal que el TTIP
por Carlos Enrique Bayo (España)
10 años atrás 7 min lectura
Tensiones en Siria y Corea del Norte apuntan principalmente a Rusia y China
por Níkolas Stolpkin (Chile)
8 años atrás 10 min lectura
Hezbolá, Irán y Gaza destrozan el ejército de Israel
por Greg Stoker (ex Ranger del Ejército de EE. UU.)
4 meses atrás 1 min lectura
Antecedentes históricos chilenos de la existencia de dos derechas
por Felipe Portales (Chile)
10 meses atrás 8 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
¡Rechazamos el cierre de las causas por violaciones a los derechos humanos durante la revuelta social del 18 de octubre!
por Red Nacional de Sitios de Memoria (Chile)
14 horas atrás
25 de febrero de 2025
Corno Red Nacional de Sitios de Memoria reiteramos nuestro rechazo al cierre de causas judiciales por violaciones a los derechos humanos durante la revuelta social y exigimos que el Ministerio Público reabra las causas y realice todas las diligencias pertinentes y con todos los recursos y acciones necesarias para asegurar avances concretos, como corresponde en un Estado de Derecho.
Jeffrey Sachs: Tulsi Gabbard y el peligroso juego de ajedrez global que Trump está ganando
por Tucker Carlson (EE.UU.)
17 horas atrás
24 de febrero de 2025
El oscuro proyecto del Deep State de Bill Clinton. Las tres cosas más importantes que ha hecho Donald Trump. El ajedrez global del dominio estadounidense. ¿Hasta dónde llegará el Deep State para sabotear a Trump? Y mucho más.
Sáhara Occidental: delegación parlamentaria europea retenida en aeropuerto, le niegan ingreso
por El Independiente (España)
2 días atrás
23 de febrero de 2025
Las autoridades marroquíes retienen en un aeropuerto del Sáhara Occidental a una amplia delegación del Parlamento Europeo.
Bases militares, una invasión encubierta
por Pablo Ruíz (Chile)
4 días atrás
21 de febrero de 2025
El mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN. «¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo?
Como he dicho repetidas veces, les teorías económicas se apoyan en supuestos sobre el comportamiento de los individuos y de las sociedades, que en la mayoría de los casos son creencias, opiniones, no fundamentadas, por mucha Econometría que le metan.
Las fuerzas llamadas «liberales» abominan la intervención estatal, ya que esta corriente apareció en Europa en contraposición a las monarquías absolutas que cobraban impuestos cuando les daba la gana. Los pilares del liberalismo son filósofos y naturalistas ingleses del siglo 19 y el contexto era una Inglaterra comerciante (pueblo de tenderos, los llamó Napoleón)que extendió su poder por todo el mundo y que aborrecía las barreras para el comercio que colocaban ciertos países en defensa de su artesanía o su industria. Inglaterra amenazaba con sus cañones y si no le resultaba con cañones, traficaba droga con la que compraba a los soberanos reticentes.
En el siglo 20 pasamos por todos los extremos de intervención del estado, desde la planificación de la economía, pasando por social democracias de todos los estilos, y con bastante éxitos de estas últimas.
A raíz del poderío internacional de las empresas transnacionales, y el poderío de USA, hijo de Inglaterra, las ideas liberales, o neoliberales de dominio mundial con cañones, drogas, y propaganda las tomaron todos aquellos que se han hecho ricos con el sistema de apertura, Reagan y la Thatcher, fueron convencidos, y entramos en el imperialismo 2.0,
La economía que se enseña en las universidades financiadas por los millonarios que están detrás de este movimiento, convencieron a sus alumnos que sus supuestos eran leyes naturales casi como la Ley de Gravedad, y entre los supuestos más preciados estaba el de suponer que a los ricos cada vez que les sobra dinero lo invierten en empresas industriales que dan trabajo a los pobres, y que era mejor rescatar bancos quebrados con la plata de los pobres, que aumentar el sueldo de los pobres para que estimularan las industrias de los ricos, y estos invertirían en industrias. De paso demonizaron la planificación estatal, y cualquier intervención del estado en pro de los trabajadores.
Pero aquí les falló el supuesto Los ricos se dedicaron a jugar a la ruleta, a invertir en apuestas y vivir de las rentas con ninguna gana de arriesgar capital en innovaciones o nuevas industrias, y llegamos a un fenómeno de pobreza de las grandes masas, riquezas enormes de unos pocos, y una economía prácticamente paralizada.
Y como los ricos son tan ricos como nunca, se pueden comprar a los políticos de todo el mundo y manejan la propaganda de todos los medios de comunicación .
Y anda a salir de este lío….