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Urgente: se buscan derechistas

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Este lunes 8 de julio se acaba de conocer el acuerdo al cual llegó la Fiscalía con los altos ejecutivos acusados de colusión en el caso de las grandes cadenas farmacéuticas (Cruz Verde, Salcobrand y Fasa) coludidas entre sí y con algunos laboratorios, para manejar artificialmente los precios, al alza por supuesto, de más de 200 medicamentos. Esos sinvergüenzas son: Ricardo Valdivia y Cristián Catalán, de Cruz Verde; Roberto Belloni, Ramón Ávila, Claudia Carmona, Judith Carreño; y Mehilin Velásquez, de Salcobrand; Sergio Purcell y Ricardo Ewertz, de Fasa; y Mario Zemelman, del Laboratorio Mediapharm.

Como si ello ya no sonara suficientemente malvado y turbio, los medicamentos incluidos en el acuerdo eran aquellos que las personas “debían” usar para enfermedades crónicas o situaciones extendidas en el tiempo (anticonceptivos por ejemplo). Es decir, no bastaba lucrar descaradamente y fuera de la ley con la salud de las personas, además, se hacía con aquellas que no tenían otra opción médica: su salud dependía directa y cotidianamente (y muchas veces por el resto de sus vidas) de poder consumir esos remedios.

Pero, ese plan miserable que les rindió ganancias por unos $ 31 mil millones, no agota el asunto. Quizás lo peor es que implicaba una violación flagrante del libre mercado: tanto por coludirse y distorsionar los precios, como por hacerlo desde su posición dominante como oligopolio… la cual ya basta para lucrar a altísimos márgenes por el amplio dominio del mercado de las tres cadenas farmacéuticas.

Volviendo a la resolución judicial, los ejecutivos deben pagar $ 225 millones a ONG’s área de la salud y tomar clases de ética empresarial… No, no se ría… o, por favor, no llore… Fiscalía explicó que era eso o nada: este tipo de delitos conllevan penas irrisorias en Chile, por las cuales estos sinvergüenzas no hubieran pasado ni siquiera por el frente de una cárcel.

Pero, uno puede preguntarse, ¿cómo puede pasar esto en Chile si somos un país con un sistema de libre mercado? En otras palabras, si nuestra vida económica y social se rige por un sistema de competencia: 1º cómo pueden pasar estas cosas: oligopolios y colusiones, y 2º cómo es posible que no se lo castigue con las penas del infierno. Pues, en un sistema de libre mercado, mucho peor que abusar de gente aquejada de enfermedades crónicas, es distorsionar el mercado. Ello implica, desde la propia visión libremercadista, no sólo es una falta ética básica que termina con la confianza requerida para mercar. ¡Peor aún! conlleva distorsionar todo el sistema económico y social, es la semilla de su destrucción… Yo diría que es incluso peor que el intervencionismo “socialista”.

No obstante, aun así en Chile no pasa nada. Por eso pudimos ver en los noticieros las sonrientes caras de los estafadores al conocer su “pena”. Y no pasa nada, habiendo incluso precedentes. Para dar sólo un ejemplo: recuérdese el caso La Polar, donde desde el libre mercado, una vez más, lo peor no era estafar a los clientes. El punto era dar información falsa al mercado sobre la empresa y así engañar a personas para que compraran acciones de lo que parecía una compañía exitosa y sólida (ver: Legalidad (neo)liberal chilena: ni tan pareja, ni tan dura). Asimismo, la concentración distorsionadora de los mercados, tampoco es nada nuevo. La podemos constatar hasta en los medios libremercadistas: Fuerte aumento en concentración de principales mercadoso, como informa El Mercurio: CUATRO FAMILIAS CONTROLAN EL 47% DE LOS ACTIVOS QUE COTIZAN EN LA BOLSA CHILENA.

Entonces, ¿es que en Chile no hay acaso derechistas?, ¿nadie defiende el libre mercado?, ¿es que nada dicen los medios, el Congreso, el Ejecutivo,  los partidos de derecha o el sector productivo privado? Ya se sabe que los propios capitalistas pueden pasar por encima de sus “principios” si ello les produce ganancias. Chile es la más evidente muestra de ello. Ya lo sabía el propio Adam Smith: “padre” del libre mercado al tiempo que muy crítico de quienes actuaban en él. Más recientemente, y desde la mismísima Universidad de Chicago, se “vuelve” a Smith y se propone cuidar el Capitalismo de los capitalistas (Qué Pasa, 04.04.09: http://www.quepasa.cl/medio/articulo/0,0,38039290_101111578_381732842,00.html). Y, asimismo, ya se sabe que ellos son los dueños de los medios o sus financistas a través de la de la publicidad.

Por su parte, el espectro derechista chileno sufre una singular condición. El “sector” viene moviéndose a la izquierda hace años… al menos en cuanto su autodenominación: se llaman a sí mismos “centro derecha”. Y qué decir de la UDI “popular” que quería representar el “centro social”… cuyos votos vinieron de los barrios opulentos de la capital.

¿Y la gente de derecha? Hasta estadísticamente es imposible que todos sean unos malandrines y no quieran el bien del país. De que los hay los hay. Mas, por mucho que aquí no se esté de acuerdo con ellos en muchos puntos, ni de lejos pensamos que todos sean de la calaña de los ejecutivos coludidos. Tal vez han caído presos de la propia trampa derechista y han terminado apoyando las violaciones flagrantes de “su” sistema de libre mercado o callando ante ellas… Si nadie dice nada, por qué ellos habrían de decir algo. Y, lo siento, ya sabemos que el nivel de formación ideológica de la derecha es paupérrimo: si hasta están convencidos de que este sistema extremo de libre mercado es una economía “social” de mercado (que requiere, por ejemplo, sindicatos fuertes, un importante rol de las PYMES en la economía, una activa y decidida intervención estatal que no se fía del mero chorreo).

En fin. Dadas las evidentes violaciones al sistema de libre mercado que se dan en Chile y que el sistema jurídico y político permiten (y, seamos realistas, respalda), uno se imaginaría que las multitudinarias marchas de los últimos años podrían ser de enfurecidos libremercadistas. La derecha en pleno volcada a la calle para defender su sistema económico y, más aun, su forma de vida y sistema ético… Pero no. No ha pasado nada y no va a pasar nada.

Al menos nos queda el gran consuelo de que los ejecutivos coludidos van a tener clases de ética. Ojalá lean a un gran profesor de Ética que sistematizó el sistema que estoy seguro respaldan políticamente, me refiero a Adam Smith. Pues, el libremercadismo no sólo es un sistema tipo ínea de producción. Requiere una estructura moral en quienes lo viven y una institucional que lo proteja y reproduzca. El libre mercado que sólo es pragmatismo, la ética que aplicaron dichos ejecutivos y muchísima gente que pretende respaldar el libre mercado, no basta. Ellos ya saben ética, al menos han materializado una de sus escuelas, una que hubieraº rechazado el propio Adam Smith.

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7 Comentarios

  1. Mónica

    Andrés, le felicito por el articulo. Representa la voz de los muchos chilenos/as INDIGNADOS por esta resolución. La alianza sectorial, farmacéutica-judicial ha quedado estrepitosamente clara. La red institucional del secuestro, que menciona Foucault en La verdad y lo jurídico, queda como ejemplo, entre su coalición y nuestra actitud displicente.

  2. Carlos Salas

    ¿Todavía cree Andrés Monares (Chile) piense que la derecha chilena sea partidaria del libre mercado?

    Seguimos en la época de la guerra fría, a las concentraciones de mercado, proponen mayor intervención institucional del estado.

    Derecha e izquierda coinciden en no ser liberales.

  3. Mónica

    Carlos, es interesante lo que señalas. Aunque me confundo. Pero lo que percibo en lo que dices, es que el libre mercado en su aplicación no ha sido un éxito social. El libre mercado es una propuesta liberal de poder hegemónico. Sin embargo no todo el mundo liberal se interpreta en ella.

    También percibo que esta resolución afecta todos sin distinción (yo soy de izquierda) y creo que esta sentencia judicial afecta no solo la demanda interpuesta sino a quienes construimos socialmente a Chile en lo actual. Va contra la salud mental de nuestra convivencia ya afectada.

  4. casandra

    La verdad es que en Chile no somos derechistas ni izquierdistas: somos chantas. Los que se dicen amantes del modelo en forma ortodoxa deben ser 4 economistas chiflados que creen que lo que pasa en un escritorio es la vida real. Los otros aman el modelo, justamente por sus imperfecciones en nuestro caso, en que todos están coludidos con todos. Es igualito que los católicos que aman su modelo porque pueden pecar a pasto y después se confiesan o compran una indulgencia por la eternidad.
    Entonces siempre el modelo está «en reparaciones» en vías de dar algo, en promesas para las personas, porque lo dijo
    Milton Friedmann, en una borrachera que se pegó por allá por 1970.

  5. Carlos Salas

    Mónica: La libre competencia -cuando existe- conduce a que los precios remuneren o «renten» a los «factores productivos» -trabajo, capital básicamente- sin distorsiones derivados de situaciones monopólicas, oligopólicas, ausencia de negociación colectiva, uso de información privilegiada, -entre otros-. El liberalismo ha reconocido históricamente las distorsiones anteriores y su propuesta de Estado es asegurar la libre competencia. y corregirla cuando no es posible, estableciendo precios como si ella existiera. ¿Donde cabe éso en la política chilena? La derecha busca situaciones monopólicas o cuasi monopólicas y la izquierda propone sustituir la el perfeccionamiento de los mercados -regulación- a través de la creación de instituciones estatales. -sustituir la cuasi-renta (mayor renta) al capital por los gastos de administración, (sueldos y beneficios) de funcionarios. Sin mitificarlo, Andrés Velasco mejor representó ése pensamiento liberal y la Red Liberal así lo consideró tras una votación abierta, una persona un voto.

  6. andrés

    Estimado Carlos… a su pregunta: justamente por no creerlo, la columna hace referencia a que se buscan derechistas que crean en lo que se suponen deberían creer.
    Slds

  7. Victor Rodriguez O.

    AQUI HAY UNA RUMA DE YANACONAS ENTREGUISTAS

    LA TROPA DE PIRATAS SE APRESTA al asalto y recuperar el botín.

    Es ridículo decir “NO MÁS ABUSOS” cuando en la candidatura de Bachelet la siguen los peores abusadores de Chile: aquellos que se quieren perpetuar en los directorios de las empresas del Estado – donde algunos fueron responsables de los abusos del BancoEstado, cuyos nombres darían para confeccionar las “páginas amarillas” de la guía de teléfonos – además de los parlamentarios vitalicios, que dicen reclamar del sistema binominal cuando, en la práctica, luchan por su mantención y seguir profitando a costa del país.

    Hoy asistimos a un cambio de mentalidad generalizado que dice relación con la conciencia del ciudadano respecto a sus derechos y, de seguro, todos estos frescos, sinvergüenzas, serán enviados al “basurero de la historia”…
    En realidad todos sabemos que Bachelet de liderazgo tiene muy poco. A estas alturas del partido sabemos que es un palo blanco que llegó solamente para salvar a la agonizante coalición de partidos de la mal llamada “Concertación de partidos por la democracia”. Los cuchillos y las navajas afiladas pudieron mucho más que el afán de democracia que exigía el pueblo en las calles.
    La mafia Concertacionista operó más eficientemente que el deseo de un pueblo que ha estado huérfano de líderes que puedan interpretar sus anhelos

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