Por supuesto que quienes rechazan el cambio de constitución tienen derecho a organizar sus marchas, demos, concentraciones. Pero, en un país que vivió una dictadura brutal, que asesinó a miles de ciudadanos, para, entre otras cosas, imponer esa constitución que hoy millones exigen cambiar, resulta de una violencia inaudita, escuchar a personas que marchan cantando una consigna que dice:
«Se está poniendo de moda, tirar weones al mar. Por eso comunistas, aprendan a nadar»