Las catástrofes y los cambios profundos. El nuevo orden mundial. Parte I
por Rubén Alexis Hernández (Chile)
5 años atrás 3 min lectura
A lo largo de la historia diversas catástrofes de todo tipo, con o sin intervención humana, generaron sin duda alguna cambios en el ámbito social, demográfico, sanitario, político, económico, religioso, militar, científico y pare de contar de todas las entidades político-territoriales que los padecieron. En ocasiones las catástrofes o crisis fueron de tal magnitud, que constituyeron puntos de inflexión o coyunturas para la ocurrencia de cambios estructurales, tal como en los casos, por ejemplo, de las pandemias de ‘peste negra’ en la Europa del Siglo XIV y de ‘gripe española’ en Europa, América, Asia y África en la segunda década del siglo XX; de la epidemia de viruela en territorio incaico en el siglo XVI; de los terremotos de Venezuela en 1812 (estudios recientes refieren que hubo más de un terremoto con epicentros diferentes el 26 de marzo de ese año); y de múltiples emergencias económicas y hambrunas derivadas de guerras y grandes transformaciones medioambientales de corto y mediano plazo, antrópicas o no.
En la actualidad somos testigos de la famosa pandemia por COVID-19, de muy probable responsabilidad humana, y del cambio climático global, que ya tiene unos cuantos años amenazando a la existencia misma del Homo Sapiens. Las consecuencias negativas de estas crisis, de origen natural pero con intervención del hombre, perversa por decir lo menos, no se han hecho esperar para la casi totalidad de la población mundial, y serán peores en los años venideros. Un brutal desempleo, una pobreza y miseria mayores, y hambre y desnutrición quizá sin precedentes están a la vuelta de la esquina, lamentable realidad de un nuevo orden mundial corporocrático-totalitario en construcción, mal llamado globalización, en el que la minoría a la cabeza de las transnacionales va acumulando cada vez más dinero a pesar del “terremoto” capitalista prolongado, es especial la élite financiera, en gran parte improductiva-parasitaria. Minoría que, aunque cueste creer, han recibido todo el apoyo de los Estados y de los principales bancos centrales en plena recesión económica, que en realidad prefieren estimular al gran capital que ayudar a pequeñas y a medianas empresas, y al ciudadano común, asalariado y desempleado. Tristemente así funciona la lógica capitalista, según la cual los grandes empresarios son imprescindibles para el funcionamiento regular de la economía mundial, y en este sentido los ricos se benefician de cualquier situación, sin importar lo terrible y catastrófico que sea para la casi totalidad de la humanidad.
Dicho nuevo orden o imperialismo mundial se caracteriza por el liderazgo cada vez más evidente de ciertas corporaciones transnacionales con matriz en un puñado de potencias, que por cierto ahorita mismo están en dura pugna por la hegemonía en el orbe, que incluso podría derivar en una guerra convencional mundial, con países como China, Rusia y Estados Unidos a la cabeza. Estamos en el tiempo de la corporocracia, o Gobierno de las corporaciones, totalitario por naturaleza en cuanto a que no es democrático, sometiendo a la totalidad de la sociedad y al Estado a los altos intereses económicos. Y es de carácter supranacional, global, con la tendencia a la expansión y unificación de amplios mercados y a la supremacía de organismos internacionales en todo ámbito sobre la institucionalidad de los países; más aún, con toda seguridad se irá desmembrando la casi totalidad de las naciones, dando paso a nuevas realidades político-territoriales, más favorables para los intereses megacapitalistas, en parte por la eliminación progresiva de trabas burocráticas. Para el gran capital no importan los intereses nacionales ni mucho menos la soberanía, y con el nuevo orden mundial criminal en vías de consolidación el poder de la minoría adinerada estará más que nunca por encima de cualquier realidad geopolítica y marco legal, sin fronteras ni límites que le estorben. Ya alianzas como la Unión Europea y otras en el globo han dado pasos enormes en este contexto.
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