El miedo ya está simbolizado en una mascarilla o en conductas de un fiel «soldado» que respalda a las autoridades y asiente en todo lo que emiten los Medios oficiales. Todo disidente que se salga de los parámetros de las autoridades o de los Grandes Medios de Comunicación son un «enemigo» al cual hay que «aplastar», censurar, ignorar o ridiculizar.