Por estos días se ha puesto de moda hablar de Petro como fenómeno electoral y hasta de tratar de explicarlo a partir de la situación socioeconómica que sufre la mayoría de la población y el desgaste por corrupción de que adolece la élite dirigente de este. Lo anterior es cierto, pues la posibilidad de que llegue a la presidencia un personaje como Petro sólo ocurre cuando la clase dirigente ha convertido el país en un desastre, pero también hay que agregar sólo puede ocurrir cuando dejan de funcionar los trucos a los que para sostenerse acostumbra a recurrir la élite gobernante.