Los procesos de integración de América Latina y el Caribe, que en los últimos quince años dieron un salto cualitativo notable con la formación de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), se encuentran en este 2018 en la encrucijada para definir su destino en medio de una disputa que enfrenta el dilema histórico en un cuadro geopolítico mundial de alta complejidad: unidos o dominados los países y pueblos de la región.