La información del arribo de buques tanqueros de la República de Irán con su carga de elementos vitales, bloqueados por el gobierno de Trump, a territorio marítimo venezolano, se convierte en un soplo de aliento a los pueblos latinoamericanos y por cierto al chileno.
Ha sido una reafirmación del sentimiento de hermandad que nos une, una constatación de que Venezuela no está sola y una victoria frente a la agresividad del imperio.