Al terminar con el sistema de AFP, el Estado recuperará las cotizaciones y subsidios que hoy se apropian las AFP, que el año 2012 sumaron 5,8 billones de pesos. Ello que le permitiría pagar todas las pensiones del sistema incluidos todos los subsidios a las mismas, a un costo de 1,1 billones de pesos anuales. Exceptuando, desde luego, las pensiones vitalicias que hoy pagan y deberán continuar pagando las compañías de seguros, puesto que se han apropiado del fondo completo de sus afiliados. Quedaría así un excedente de 4,7 billones de pesos por año, equivalente a unos nueve mil cuatrocientos millones de dólares anuales.