¡Ah! Si Salvador Allende no hubiese sido…
Hoy, los ideólogos del régimen le han hecho entender a Gabriel Boric que es más placido llevarse bien con la plutocracia que comprometerse con la defensa de los derechos laborales, sociales, étnicos, de clase y género de las clases trabajadoras, dominadas y explotadas. Para darle un barniz de credibilidad se adhieren a los beneficios de la flexibilidad de carácter de Boric como la fuente del éxito de su gobierno (sic). Parecen desconocer su significado.
Los septiembres en Chile
Septiembre siempre es un mes complejo en Chile. Un mes de dolor y alegría. Dolor, porque es cuando aflora el siempre latente recuerdo del presidente Salvador Allende, de su dignidad, del Gobierno popular, de esa histórica experiencia para la izquierda mundial que se cruza con el del 11 de septiembre, la traición de Pinochet (comandante en jefe nombrado por Allende), la violenta derrota de la “vía chilena al socialismo”, la posterior masacre y construcción de uno de los países más neoliberales del mundo. De alegría porque, pasado el “11”, viene “el 18”, cuando comienzan la celebración de las Fiestas Patrias y todo el país suele volcarse por una semana de fiestas, bailes y festejos como no hay otra en el año.
Oda a septiembre
Baila, septiembre, baila
con los pies de la patria,
canta, septiembre, canta
con la voz
de los pobres:
otros
meses
son largos
y desnudos,
otros
son amarillos,
otros van a caballo hacia la guerra,
tú, septiembre,
eres un viento,un rapto,
una nave de vino.