Usando a un actor que es un pillo de siete suelas, se lanza una campaña contra la Sra. B que el medio debería haber sido más prudente antes de difundir como una verdad algo que, a todas luces, parece un montaje. Entonces salen al ruedo los defensores de la “libertad de prensa” ¿De qué libertad de prensa me están hablando, si en Chile el gobierno no ha tocado ni con el pétalo de una rosa al monopolio? . Tratan de comparar a la Sra K con la Sra B, pero ambas son incomparables, ya que una de ellas luchó por la libertad de prensa, y la otra transó con el monopolio creyendo que con eso no la iban a tocar. Y ahí es dónde está la mayor candidez, la de creer que al no enfrentar el poder de los medios, estos te van a tratar bien.