El Carnaval de este año es importante en la medida en que demuestra cómo puede convertirse un espectáculo de masas en escenario de crítica política en la presente encrucijada, marcada por un tipo de política que causa divisiones y por el ascenso de la derecha, a la que encarnan líderes como Jair Bolsonaro, conocidos por sus puntos de vista reaccionarios, homofóbos, racistas y sexistas y por defender restricciones de la libertad de expresión y otros derechos civiles.