Chile: La sociedad del miedo
Los de arriba, tienen miedo a los brutales asaltos de los de abajo, y por miedo se enrejan las casas, se contratan alarmas y se llenan los patios de perros furiosos. Los de abajo, tienen miedo a no parecer lo que el sistema exige, sistema que genera pobres que después, por miedo, prohíbe. Los del medio (o los del miedo), dominados por un miedo manifestándose en pequeñas dosis temporales: primero a no saber cómo se pagará el jardín infantil del hij@, después el colegio y la universidad.
Los Negocios y la Política
Las iglesias […], muchas veces en vez de insistir en el evangelio de Jesús, el buen anuncio para los pobres, han justificado a los ricos que practican la caridad dando ayudas a los pobres pero no buscan en realidad la justicia y la equidad. Se mantiene y aún se aumenta la distancia entre ricos y pobres.
Chilenos en Forbes. Una muestra más de la desigualdad que lacera a nuestro país
El contraste entre las fortunas más altas de Chile y la precaria situación salarial de la mayor parte de los trabajadores del país es brutal. No podría ser de otra manera, toda vez que las ganancias desmesuradas que se lucen en Forbes no se producen gracias a los meritos propios de estos “exitosos empresarios” y sus tan “productivas inversiones”, sino en la sobreexplotación del trabajo y la plusvalía que se deriva del sometimiento de los trabajadores.
«La desigualdad es nuestra gran derrota como sociedad»
La desigualdad vigente en Chile, la más alta de los países de la OECD, y una de las más altas del mundo, es nuestra gran derrota como sociedad. Nuestro país, donde no existen derechos sociales universales, y los derechos políticos son una pantomima, el salario es lo único a lo que pueden recurrir las familias para garantizar su subsistencia y desarrollar su vida. Hoy los ingresos autónomos del 10% más rico equivalen a 35 veces los del 10% más pobre.
El Capital en el siglo XXI
En el actual sistema económico la riqueza heredada siempre tendrá más valor que lo que un individuo pueda ganar en una vida. En consecuencia, el capitalismo es incompatible con la democracia y con la justicia social. Y añade más: los muy ricos deberían pagar un mínimo de un 80% de impuestos. También dice: hablar del 1% contra el 99% no es cosa de estudiantes y exaltados del movimiento Occupy sino un hecho incontrovertible.
Los ricos se quejan porque no los amamos
Su líder –de los ricos que se quejan- es Tom Perkins, de 82 años de edad, con un patrimonio neto de 8.000 millones de dólares. Él es dueño de un ático de 1.600 m2 en San Francisco y acaba de comprar un yate por 110 millones de dólares. En una carta a The Wall Street Journal en enero de este año, Perkins equiparó la «guerra progresiva contra el uno por ciento americano» de los estadounidenses más ricos, con el Holocausto, comparando la «demonización de los ricos» del movimiento ocupación de Wall Street con el antisemitismo de la Alemania nazi.
¿Democracia de los ricos? o ¡Democracia y autogestión para el pueblo!
Aprendí en la primaria que la palabra democracia se origina de las palabras griegas “demos” (pueblo) y “cratos” (gobierno), es decir, gobierno del pueblo; pero luego me enseñaron que en Grecia los esclavos productores de la riqueza tenían prohibido las elecciones y que éstas eran determinadas por los esclavistas y los “hombres libres”. Así que aquella “democracia griega”, desde entonces, era de las minorías. ¿Cuándo la democracia ha sido del pueblo pobre y explotado? ¡Nunca ni en lugar alguno! La democracia es un sistema político introducido por el capitalismo contra el feudalismo.