Esta lógica de llevar electricidad es valorada por los organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas o el Banco Mundial quienes enfatizan que el “acceso a los servicios energéticos modernos como un instrumento más, para la reducción de la pobreza y la evolución de las condiciones de vida de la población mundial” es decir que llevar electricidad a los municipios y comunidades mejora la calidad de vida viéndose reflejada en la educación y la salud  por citar algunas.