Entendamos que cualquier paso que demos en alguna dirección política, sea éste u otro mejor que sugieran ustedes, despertará furor en los yanaconas del neoliberalismo y las empresas de Enrique Correa, Hijas de Velasco, Cristina Bitar, etcétera. Lloverán dólares para dividirnos y contraponernos unos contra otros. Descubrirán inevitables talones de Aquiles y los aprovecharán con apoyo de sociólogos norteamericanos e israelitas. Pero con Talones de Aquiles o sin ellos, es mejor que propongamos algo para Chile a quedarnos cada uno en su nicho de angustia y tristeza.