Ha muerto un mito. Pere Casaldàliga era considerado un profeta, una voz universal de denuncia de los abusos del poder y de las injusticias. Después de varios problemas respiratorios agravados por el parkinson, el claretiano y obispo emérito de São Fèlix d’Araguia murió este sábado por la mañana, a los 92 años, en Brasil. El martes pasado fue trasladado de Sâo Fèlix en Batatais, pero no respondió al tratamiento.