No sabemos, Sr. ministro si es que Vd. carece de influencia ante las autoridades marroquíes para exigirles el cumplimiento de sus obligaciones legales para con los presos políticos saharauis, o si es que no se ha molestado en cumplir sus propias obligaciones de protección de esos presos, como mandatario que es de la potencia administradora de derecho y como prometió en El Aaiún, en 1975, el propio jefe de Estado en funciones, Juan Carlos de Borbón.