«Una sola descarga de 26 misiles Kalibr, en parte desde pequeños buques en el mar Caspio, contra las bases del Estado Islámico en Siria este 7 de octubre eliminó por mucho tiempo a la flota de EE.UU. del espacio marítimo» como factor de fuerza, resalta Ischenko. Si antes EE.UU. podía imponer su voluntad simplemente amenazando con aplicar una fuerza que nadie podía contrarrestar, «ahora Washington tendrá que negociar y persuadir», algo que «EE.UU. ha olvidado cómo se hace», afirma el experto.