En 2013 el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile llevó adelante un estudio que medía la capacidad lectora y las habilidades matemáticas de los adultos. Detectó que el 65% de los que recibieron educación superior se ubicó en los dos niveles más bajos de ambas habilidades, mostrando capacidades equivalentes a las de niños educación básica. Resulta evidente que una masa trabajadora con habilidades de niños de educación básica no parece una difícil competencia para lo que los robots y programas ya son capaces de hacer. Por otra parte, el lento avance que hemos logrado durante nuestros años de bonanza económica hace pensar que no podemos esperar grandes mejorías en la formación escolar que permitan hacer frente a los cambios que McKinsey anuncia para los próximos años.