El 25 de junio Codelco informó que debido a los problemas que se han presentado a causa del Covid-19, y como medida de precaución, la «División Chuquicamata ha determinado detener su fundición». Ese es un argumento absolutamente falaz, pues la verdad es que se debe a una política implementada a partir del año 2010, cuando las transnacionales mineras se tomaron la dirección y administración de Codelco, con el objetivo de destruir económicamente y financieramente a la Corporación. El actual Presidente Ejecutivo de la Corporación, Octavio Araneda, ante el cierre de la fundición y la continuación de labores en la mina y concentradora, declaró: exportaremos concentrados. Esto significa una perdida económica gigantesca para el país.