Nunca se imaginó que su brazo político más cercano se convertiría en su puñal más filoso. Su brazo era el segundo hombre con más poder que él mismo se lo dio, lo convirtió en vicepresidente a Lenín Moreno, y gobernaron juntos. Cuando dejó de ser presidente, su vicepresidente se convirtió en su peor enemigo, son palabras de Rafael Correa, a quien le fue ratificada su sentencia para pasar 8 años en prisión. Está en Bélgica, y desde ahí dice que todo esto es porque están desesperados de que Correa participe en las próximas elecciones de Ecuador y gane, y que los que mueven los hilos políticos y de poder económico sobre Moreno, no quieren Correa vuelva a tener el poder.