El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, habló de genocidio y citó casos como el de Ruanda, pero no tuvo palabras para el que sufrió el pueblo saharaui; escribió sobre los Derechos Humanos, pero sin citar las violaciones que se producen en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos.