El Covid19, acentuó la descomposición del modelo económico
El desastre en Chile es norme, sólo diré que se ha contraído la actividad económica en un 15,3% en mayo y se han destruido 1,5 millones de puestos de trabajo. Una vez que se cambio al Ministro de Salud, a poco andar apareció en el discurso oficial, el regreso del triunfalismo, “estamos en una mejoría constante”, nos dicen. La advertencia es clara, si deciden terminar la cuarentena anticipadamente para reactivar las actividades, podrían estar repitiendo el mismo error que cometió Trump en Estados Unidos, donde está regresando el corona virus con más fuerza y nuevas muertes.
¿Cómo terminamos gobernados por mercados? Los mercados como políticas públicas y el experimento de la salud en Chile
“Los Chicago Boys convencieron a la dictadura que ellos no solo eran expertos en control de la inflación o políticas industriales, sino expertos adecuados para iniciar reformas estructurales en todas las áreas relevantes: salud, transporte, vivienda, educación, agua, energía…”, escribe el autor. Este importante texto trata de explicar cómo llegamos a ser un país “donde el mercado juega roles inconcebibles” en otros países. Sugiere que el éxito de los economistas en ser aceptados como expertos en todo, resultó central para meter la economía neoclásica en todas las políticas públicas.
“Chile parecía vivir feliz sin asumir la desigualdad, la precariedad y el descontento”
«Una parte de los chilenos no sabía que una fracción muy importante de los ciudadanos comían en la noche en función de lo que ganaban durante el día. Por lo tanto, pedirle a alguien que respete la cuarentena era condenarlo a no tener qué comer, literalmente. Hasta octubre pasado, Chile parecía vivir feliz y contento sin asumir la desigualdad, la precariedad y el descontento que ahora estamos obligados a enfrentar.
«Un Chile que no era parte de la conversación. En consecuencia, esta experiencia es clave para enfrentar en el futuro próximo lo que va a ser la conversación sobre una nueva Carta Fundamental. Luego del estallido y la pandemia, Chile debe repensarse con miras a una nueva Constitución. Es clave generar un ámbito de conversación y de discusión dentro de la sociedad chilena. Resulta peligroso que volvamos de nuevo a una situación en que prime –justificadamente o no– la rabia.»
Transición ecológica hacia una sociedad biocentrada
Concentrémonos en la causa principal que es el orden capitalista. Conocemos la lógica del capitalismo. Él se caracteriza por explotar hasta el límite la fuerza de trabajo, por el pillaje de los bienes y servicios de la naturaleza, en fin, por la mercantilización de todas las cosas. De una economía de mercado hemos pasado a una sociedad de mercado. En ella las cosas inalienables se transforman en mercancía: Karl Marx en su Miseria de la Filosofía de 1847, lo ha descrito bien: «Cosas intercambiadas, dadas pero jamás vendidas… todo se ha vuelto venal como la virtud, el amor, la opinión, la ciencia y la conciencia… todo se ha vuelto vendible y llevado al mercado». Él llamó a esto el “tiempo de la corrupción general y de la venalidad universal”
Los problemas de una salida político-popular de la crisis en curso
La estrategia del Gobierno, si se le puede denominar así al conjunto de medidas improvisadas y erráticas del Ministerio de Salud, fue un estrepitoso fracaso. La cesantía y el hambre han comenzado y las ollas comunes proliferan en todo el país. Es inminente una triple crisis: sanitaria, económica e institucional. El gran empresariado, en el intertanto, insiste en “la responsabilidad de las personas” haciendo vista gorda de la dura realidad de millones de habitantes de nuestro país.
¿Hacia dónde va la insurrección anti-racista en EEUU?
Tumbar los monumentos que simbolizan el racismo es un acto de justicia simbólica o discursiva que no constituye en sí una amenaza fundamental al sistema, mientras estas acciones de protesta simbólica pueden ser aisladas de las demandas para una transformación social y económica más fundamental, razón por la cual en estos momentos muchas élites corporativas y políticas acogen dichas acciones de protesta. ¿Terminará todo ahí?
Pandemia y crisis del modelo
Es un hecho que nunca estuvimos preparados para enfrentar la Pandemia. El modelo económico de mercado heredado de la dictadura cívico-militar, perfeccionado y administrado alegremente por la Concertación y la Alianza, nunca tuvo en sus prioridades buscar alternativas que hicieran posible un modelo compatible con las necesidades de la población, menos aún de sus aspiraciones.
Las dos pandemias (la del coronavirus y la del neoliberalismo)
Cuando en el mundo hay más de cuatro millones 800 mil infectados de Covid-19 y unos 320.000 muertos, las especulaciones intelectuales derivan hacia el mundo que vendrá tras la pandemia, conscientes de que el que sobrevendrá será muy diferente al de hace apenas tres meses.
La pandemia del nuevo coronavirus, que amenaza con terminar con el sistema capitalista, provocó la voracidad de los vendedores de dispositivos de vigilancia. Las tecnologías de rastreo de personas están en aumento, con la excusa de que la ciencia de datos será fundamental para derrotar al enemigo invisible.
Resistencia chilena: la rebeldía pandémica en tiempos de crisis mundial
¿Pesimismo? No, al contrario, mientras existamos disidentes (vecinos organizados, comunidades indígenas, organizaciones sociales, colectivos políticos, movimientos ecológicos, instituciones de DDHH, fundaciones, corporaciones, medios de comunicación alternativos y otros más) y ofrezcamos legítima resistencia, entonces no les será fácil domesticarnos. Ya se escucha en muchos países el falaz discurso de volver a la “normalidad” -otros, de “nueva normalidad”- desconociendo por completo que fue ésta la que precisamente ha provocado todo este infame y desgarrador desastre humano: calentamiento global, desigualdades sociales y pandemia inducida.
Chile, de la rebelión a la pandemia
El país de la rebelión popular que en octubre del 2019 pateó el tablero y puso en jaque al gobierno de Sebastián Piñera y al régimen que dejó la dictadura de Augusto Pinochet hoy se enfrenta a la pandemia de coronavirus con un sistema de salud que diferencia entre ricos y pobres.