Se utilizaron modelos relativamente simples que no tenían en cuenta la complejidad de los acontecimientos. Además, los modelos no se desarrollaron más durante la pandemia. Tampoco hubo autocrítica después de que las previsiones no se cumplieron en todo su dramatismo, y ello a pesar de que en parte sobre su base se habían decidido duras medidas, algunas de las cuales tuvieron importantes consecuencias económicas y sociales.