Para Piñera y los otros Piñera todo huele a dinero, todo es vendible y posible de obtener ganancia, eso lo lleva a filosofar que la vida, si, la vida misma es un negocio. Naces con una tarjeta de banco para que el dinero y el crédito te hagan soñar. Para Piñera la educación no es un derecho, es un bien de consumo, desde el silabario en adelante todo es dinero. La salud, él con sus acciones en clínicas e Isapres defiende un modelo que no sana a los enfermos, sencillamente los asesina, estando casi todo privatizado. Tanto es así que durante su gobierno el Ministro de Salud era empleado suyo.