10 de agosto de 2025
El anticomunismo latinoamericano no es autóctono ni meramente local. A partir de 1947, con la Doctrina Truman y la fundación de la OEA, se institucionalizó una red hemisférica que articuló intereses geopolíticos, empresariales, clericales y militares. Estados Unidos financió programas de formación, intercambios universitarios, centros de investigación y publicaciones que promovieron una lectura binaria del mundo: democracia cristiana versus totalitarismo ateo.