«El proveedor más grande de violencia en el mundo hoy día: mi propio gobierno»
Fue el reverendo Martin Luther King, promotor de la no violencia en el movimiento democratizador que encabezaba, quien declaró en 1967 en su famoso discurso antimperial contra la guerra en Vietnam que ya no podría abordar la violencia de los pobres dentro de Estados Unidos sin primero hablar claramente ante el proveedor más grande de violencia en el mundo hoy día: mi propio gobierno.
A cincuenta años del asesinato de Martin Luther King
El asesinato de Martin Luther King, el 4 de abril de 1968, dejó un vacío en la izquierda estadounidense que nunca volvió a llenarse. La claridad moral que aportó a los debates sobre la guerra, la pobreza y el racismo rampante en la sociedad ha sido subsumida, en los últimos cincuenta años, por una derecha revanchista y una izquierda tímida que propone pequeñas soluciones a grandes problemas.
El renacer de la «Campaña de los Pobres» de Martin Luther King Jr.
Despues del asesinato de Marthin Luther King Jr.] “Cincuenta años después, tenemos cerca de cien millones de pobres y trabajadores pobres en este país, 14 millones de niños pobres… Cincuenta años después, tenemos menos protecciones contra la restricción del derecho al voto que el 6 de agosto de 1965. En estos últimos cuatro años, más de 1700 días, [los republicanos] vienen realizando un feroz boicot contra la Ley de Derechos Electorales.»
Lo que no se dijo sobre Martin Luther King (asesinado el 04 de abril de 1968)
MLK estuvo en contra de la guerra del Vietnam, como hubiera estado en contra de las guerras de Irak y Afganistán, y no solo por su pacifismo, sino también por su antimilitarismo y antiimperialismo. Definió al gobierno de EEUU como “el máximo agente de violencia hoy en el mundo… gastándose más en los instrumentos de muerte y destrucción que en programas sociales vitales para las clases populares del país”. Era profundamente anticapitalista, como consta en su discurso de que “deberíamos denunciar a aquellos que se resisten a perder sus privilegios y placeres que vienen junto a los beneficios adquiridos de sus inversiones, extrayendo su riqueza a través de la explotación”.
La visita del presidente Barack Obama a Cuba: recordando un poema de Robert Frost
Esa historia, que sólo hemos tocado someramente, revela que las relaciones entre los revolucionarios cubanos y las fuerzas progresistas de los Estados Unidos tiene una larguísima historia. José Martí vivió durante años en Nueva York y Tampa. Exploró como pocos la historia de los Estados Unidos y la de Cuba, por separado y en relación con los dos países. Entendió como pocos el sentido real de lo que significa la independencia nacional. El movimiento progresista negro de los Estados Unidos también comprendió esa lucha.
Exclusivo: un discurso de MLK del año 1964 sobre los derechos civiles, la segregación y el apartheid en Sudáfrica
Los primeros esclavos negros desembarcaron en las costas de América en el año 1619. Los llevaron hasta allí desde el suelo africano. A diferencia de los padres peregrinos que desembarcaron en Plymouth un año después, ellos fueron llevados contra su voluntad. Y durante la esclavitud, el Negro fue tratado de manera muy inhumana. Era una cosa para utilizar y no una persona a ser respetada. Hay un veredicto de la Corte Suprema de Estados Unidos del año 1857, conocido como el fallo Dred Scott, que ilustra bien esta idea y la situación que existía en ese momento. Este fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos decía, en esencia, que el Negro no es considerado ciudadano de Estados Unidos, sino simplemente propiedad de su dueño y, como tal, está sujeto a su mandato. Y luego decía que el Negro no tiene ningún derecho que el hombre blanco esté obligado a respetar. Esta es la idea que prevaleció durante los días de la esclavitud.
Martin Luther King, las mujeres y el movimiento
¿De qué modo nos guía la vida del Dr. King en nuestros debates sobre los temas que enfrentamos hoy, en los albores de un nuevo siglo? Temas tan complejos y diversos como la triste y penosa experiencia que sufren con este criminal sistema judicial las comunidades lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT); las mujeres negras, que constituyen el segmento de población presa que crece más rápidamente en las cárceles de los Estados Unidos; la violencia social y sistemática contra las mujeres y niñas negras; la cultura de violencia sexual que hoy satura la sociedad estadounidense; o el feminismo como fuerza social que amplía nuestra visión del complejo industrial de prisiones.